domingo, 6 de noviembre de 2011

Pitillera automática

Esta pitillera perteneció a mi Padre, tiene más de 40 años y la heredé a pesar de que ya no fumo (hace unos 13 años), es evidente que a veces nos aferramos a las cosas y le damos un valor mayor que el que tienen porque nos recuerdan algo o alguien, si desaparecen sufrimos como si su valor fuera oro puro. En sus tiempos esta pitillera automática era una verdadera obra de arte por su avance, uno apretaba la parte de atrás y salia disparado un cigarrillo. se conserva en un estado estupendo, mi padre (que era muy caprichoso) siempre tenia objetos curiosos que se compraba por puro placer. Un beso Padre, te sigo echando de menos....

1 comentario:

  1. Que razón tienes amiga... uno se aferra a éstos recuerdos como eslabón de lo perdido y que tanto queríamos.
    Un beso grande.

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